Diferencias sociales entre Francia y Suecia

Jun 15, 2022 | Dimensión cultural | 0 Comentarios

En este blog podrá descubrir las diferencias sociales y culturales entre dos países muy desarrollados, Francia y Suecia. Estos países, que parecen tener mucho en común, presentan en realidad una sorprendente diversidad en su forma de vivir y pensar. Así, podemos comparar los países utilizando 5 de los criterios de Hofstede: distancia al poder, individualismo frente a colectividad, masculinidad frente a feminidad, evitación de la incertidumbre y orientación a largo plazo frente a corto plazo.

Individualismo vscolectivismo
El segundo criterio que analizamos es el individualismo; es decir, el compromiso que tienen los trabajadores con la empresa y si se comportan de forma individual o leal con ella. En Francia tenemos un trabajo que podemos llamar individual, pero eso no significa que no haya trabajo en equipo.
La situación no es muy diferente a la de Suecia, una sociedad más bien individualista en la que el trabajo se recompensa según criterios que conciernen al sujeto individual y no al grupo, en la que las decisiones se toman más bien en función de sus propios intereses y no de los beneficios del grupo.

Masculinidad VS feminidad
El tercer criterio es la masculinidad o la feminidad: se trata de los ideales de vida que impulsan a las personas a tomar decisiones. Si un país tiende a ser masculino, significa que la población está más centrada en la competición, los resultados y el éxito. Por otro lado, si un país tiende a la feminidad, la gente tendrá más ideales sobre la calidad de vida y la cooperación social, y por tanto el respeto y la consideración hacia los demás.
En este ámbito, Francia se encuentra en una posición equilibrada que tiende a la feminidad gracias a su muy buen sistema social, con una jornada laboral de sólo 35 horas semanales y unas cinco semanas de vacaciones a lo largo del año, aunque es estricta en cuanto a la jornada laboral. Además, la clase trabajadora es mayoritariamente masculina. Esto es único en todos los países europeos.

Suecia es un país femenino, a la sociedad le gusta la igualdad y la solidaridad entre las personas y se cuida especialmente la vida personal y profesional con horarios flexibles y tiempo libre dentro y fuera del trabajo.

Evitar la incertidumbre
El cuarto criterio que analizamos es el de evitar la incertidumbre. Este criterio evalúa la forma en que un país o una sociedad toman decisiones para afrontar el futuro, con las preocupaciones que puedan surgir en un momento desconocido.

Los franceses no se preocupan, ya que planifican la mayoría de las cosas y les gusta estar bien informados, sobre todo en las reuniones y especialmente en las negociaciones, como el ejemplo emblemático de los sindicatos: muy pocos afiliados pero más peso colectivo que los sindicatos alemanes para apenas ⅕ de la población trabajadora representada. Los franceses son perfectos para las tecnologías a largo plazo, como las centrales nucleares o las empresas de trenes y aviones. Por eso en Francia el sistema es muy organizado y respetado, con un sistema jurídico fuerte y desarrollado.

La sociedad sueca funciona de forma diferente a la francesa, hay más tolerancia a la desviación de las normas y si una norma es problemática, o está anticuada, no hay problema en eliminarla o cambiarla. Hay más libertad para el horario y no hay demasiada diligencia para la precisión.

 

Orientación a largo plazo VS orientación a corto plazo
El último criterio es la orientación a largo o corto plazo, hablamos de la capacidad de la población pero sobre todo de las empresas para adaptarse a los cambios. Tener una orientación a largo plazo es aceptar los cambios culturales sociales y aceptar el cambio. Por otro lado, una orientación a corto plazo significa el apego a las tradiciones culturales y, por tanto, a las raíces del país.

Francia, como país desarrollado, adopta una orientación a largo plazo, los ciudadanos están muy abiertos a nuevas culturas y muestran una tolerancia absoluta hacia las tradiciones no francesas. Por supuesto, hay que distinguir aquí entre los aspectos sociales y los políticos, o incluso los empresariales. Francia también apunta a la educación de los jóvenes para el futuro, con crecientes inversiones y métodos educativos importados de Japón, o fuertes inversiones financieras en la integración de la tecnología en las escuelas, sobre todo con FabLabs académicos o ministeriales, o el préstamo/donación de equipos informáticos a los estudiantes de secundaria.

Suecia, aunque un poco menos que Francia, también tiene una orientación a largo plazo, estamos bastante abiertos a los cambios y no hay problema para cambiar las tradiciones.

Conclusión
Estas son, en definitiva, las diferencias socioculturales entre Francia y Suecia, pero este análisis no funciona de forma individual, sino que tiene en cuenta las grandes tendencias de una población, con toda su complejidad.

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