2020-1-ITA01-KA116-008100/CUP F26D20000120006 & 2021-1-IT01-KA121-VET-000010151 / CUP F75E19000120006

En el verano de 2022, acogimos por primera vez a un grupo de jóvenes de Turín: Beatrice, Matteo R., Matteo D., Stefano, Gian-Luigi, Michele, Tommaso, Lorenzo y Alex. Todos ellos estaban especializados en el ámbito de la agricultura y/o el vivero, por lo que los colocamos en consecuencia. Este grupo tenía varias características especiales. Lorenzo fue acompañado por Alex, ya que tiene síndrome de Down, y se quedó en Nantes durante quince días, a diferencia del resto del grupo. Pero, de nuevo, los jóvenes «no hablaban francés».

Como con todos los grupos, tuve la oportunidad de contactarlos previamente por whatsapp, y las entrevistas se realizaron en inglés. Unos días más tarde, cogí los currículos para ponerme en contacto con las empresas: descubrí que algunas de ellas hablaban más o menos francés, pero me abstuve de compartir la información: no importa, a partir de ahora sólo escribo en francés en el grupo: no hay más remedio que trabajar jaja. Bea, que realmente no hablaba francés, se obligó a hacerlo y… ¡qué progreso! Matteo R. volvió a Italia con un nivel B2, y Beatrice entendía perfectamente todo lo que se le decía, y conseguía expresarse con frases sencillas. ¿Fue eficaz o no el Erasmus de Nantes?

Las prácticas han ido bien, algunos incluso han recibido una compensación económica porque las empresas estaban muy contentas con su trabajo, es el caso concreto de Matteo D., pero también de Stefano, Michele… ¡! Tuvimos la oportunidad de verlos mucho: era un periodo muy caluroso, así que todas las mañanas estaba sobre sus espaldas asegurándome de que las gorras estuvieran puestas y la crema solar: «muchas gracias paaapaa». Los jóvenes estaban muy implicados en su estancia, y cada fin de semana aprovechaban para ir a La Baule, Pornic y otras ciudades con playa, pero también al Museo de las Artes de Nantes. Este grupo estuvo aquí al mismo tiempo que Green Thinking, y habíamos organizado una gran fiesta en la calle para el festival de música: todo el mundo estaba allí, pero también algunas familias de acogida y fue … ¡épico!

Al igual que con todos los grupos, fue un placer recibirlos y ver los avances en la autonomía, y verlos cambiar. Las estancias han ido bien, excepto para Bea que desgraciadamente se ha lesionado durante una semana corta: pero ha venido a compartir los días con nosotros para mantenerse ocupada 🙂 ¡Gran grupo!